Eclipse total de Sol

08-04-2024

Arkansas, EE.UU.

Pre-Eclipse

4 de Abril: Hoy es el día en que comienza nuestra expedición en grupo. Aunque Toñi ya ha cogido su vuelo desde Canarias, es esta mañana cuando nos juntamos todos en el aeropuerto de Barajas.


A las 9 de la mañana habíamos quedado en el aeropuerto y poco a poco fueron llegando los compañeros de esta aventura.


Después de los saludos nos dirigimos al puesto de facturación donde re colocamos las maletas para que cupiera todo el material que llevamos. Hay que agradecer a Charo, Alex, Susana y Jorge su ayuda.


Tras pasar los primeros controles policiales sin ningún problema nos dirigimos a la puerta de embarque. Allí esperamos a que saliera el vuelo.


Este primer vuelo ha sido bastante tranquilo, lo hemos pasado charlando sobre eclipses y anécdotas de viajes. Como estábamos separados, alguno de nosotros nos medio juntamos en el pasillo para hablar, con el correspondiente mosqueo del personal del avión, jejeje. Como eran más de 9 horas de trayecto, teníamos que entretener nos hablando.

Las vistas del mar mirando por la ventanilla eran monótonas, pero eso cambió cuando sobre volamos Canadá. Las vistas se volvieron impresionantes. Se podían ver los glaciares en el terreno y los ríos congelados, dominando amplias extensiones de desolación. Unos paisajes preciosos y vírgenes. Además la ausencia de nubes nos permitió disfrutar del paisaje durante la mayor parte del tiempo.

Cuando entramos en el espacio aéreo de Estados Unidos, el paisaje comenzó a cambiar, mostrando cada vez más ciudades y más grandes. En un momento dado, nos percatamos de que estábamos haciendo prácticamente el mismo recorrido que hará la sombra de la Luna, pero a la inversa. Así pudimos fijarnos en algunas zonas buenas y otras no tanto desde donde ver el eclipse en caso necesario.

Un poco antes de llegar  a la altura de Dallas comenzamos a ver muchos incendios, alguno de ellos muy grande y con mucho humo que cubrían el cielo de humo y bloqueaban la luz del Sol en la superficie. Ver eso nos preocupó ya que llevamos unos días viendo las previsiones meteorológicas para Texas y no eran buenas. La faena es que los incendios supondrían un problema en Texas para ver el eclipse si continuaban activos. Con la preocupación en nuestras cabezas fuimos aproximando os a Dallas donde aterrizamos unos minutos más tarde.

Esta zona tenía menos incendios aunque aún había algo de humo.
Aterrizamos y fuimos a pasar los controles de policía y aduanas. Todo relativamente rápido y sin complicaciones. Después nos dirigimos a la siguiente puerta de embarque , para lo cual tuvimos que tomar el tren del aeropuerto. Ya en la puerta de embarque, esperamos a ser llamados para embarcar y lo hicimos.

El siguiente vuelo fue mucho más corto y también fuimos mirando por la ventanilla para localizar sitios.

A la hora prevista aterrizamos, recogimos las maletas y nos dirigimos a la agencia de alquiler de coches para recoger los vehículos.  Para sorpresa nuestra uno de los coches no estaba. Tuvimos que ir a solicitar otro de características similares. Una vez solventado el problema nos organizamos en los tres coches y nos dirigimos al hotel.

Llegamos ya de noche, pero no había pérdida. A nuestra llegada fuimos a realizar el check-in que fue más tedioso de lo esperado. La persona que nos atendió en la ventanilla era bastante lenta y se demoraba mucho en hacer tareas muy sencillas. Cuando fuimos a las habitaciones, algunas de ellas eran horrorosas, sucias e incluso no funcionaban las luces, así que solicitamos cambios en algunas de las habitaciones, finalmente conseguimos unas medio decentes y casi todas juntas.  Después de un viaje largo, tocaba descansar, ya era de noche y estábamos cansados del viaje. Antes de eso, fuimos a cenar a un restaurante de comida rápida " Denny's " donde cada uno se pidió un plato de comida que a la mayoría nos supo a gloria. Después de unas risas durante la cena nos despedimos y nos marchamos a dormir. Un merecido y necesario descanso para coger fuerzas para el día de mañana.

5 de Abril: A completar en los próximos días

6 de Abril: A completar en los próximos días

7 de Abril: A completar en los próximos días

 

Eclipse

Coordenadas de observación: 35° 46' 24.38" N 4m13.9s (Eclipse Total)
Altitud: 408.5m
92° 15' 58.37" W 4m14.2s (Limbo lunar corregido)

Dentro de la umbra: 91.75%

magnitud al máximo:  1.05509

 
Ancho del camino: 188.0km relación de tamaño Sol/Luna : 1.0562 AT= 69.1s
SAROS 139
Número 30 de 71
anterior:29-03-2006 próximo:20-04-2042
Evento
Fecha
Hora (TU)
Altura
CL
Inicio del eclipse parcial (C1):
08-04-2024
17:15:18.1
+60.7º
Inicio del eclipse total (C2):
08-04-2024
18:52:07.7
+60.3º
-0.3s
Máximo del eclipse:
08-04-2024
18:54:14.7
+60.1º
Fin del eclipse total (C3):
08-04-2024
18:56:21.6
+60.0º
-0.0s
Fin del eclipse parcial (C4):
08-04-2024
19:12:29.9
+50.4º

8 de Abril: EL DIA DEL ECLIPSE!

En realidad el día comenzó por la noche, ya que nos levantamos muy pronto para poder llegar al lugar previsto para la observación del eclipse.

El sitio se encuentra a algo más de 3 horas en coche y tenemos que llegar sobre las 4 para que nos de tiempo a sacar las cosas de los coches,montar todo y alinear las monturas con el polo norte celeste antes de que la luz del crepúsculo nos lo impida. Aunque teníamos prevista la salida a la 1:00 finalmente nos retrasamos algo y salimos media hora más tarde, por lo que nuestra llegada también se retrasó ese tiempo. Al viajar por la noche era complicado ver posibles puntos alternativos desde donde ver el eclipse en caso de que fuera necesario hacerlo por tema de nubes. Aún así, en el camino, encontramos alguna posibles zonas donde parar en caso de emergencia y ver el eclipse desde allí.


A las 4:29 llegamos al sitio previsto y allí nos recibió nuestro amigo Lukas, que se había encargado de hacernos un hueco en la zona para poder observar el eclipse con el y con Tunz Tezel. A nuestra llegada era de noche y entramos en la granja son mucha delicadeza y sigilo, para no molestar al resto de las personas que estaba durmiendo en los coches y tiendas de campaña. Como íbamos muy pillados de tiempo lo primero que hicimos fue ver el sitio donde nos íbamos a poner con ayuda de alguna linterna  y sin perder tiempo descargamos el equipo de los coches y lo llevamos hasta el punto final de observación.  El terreno era irregular y como era de noche fue algo complicado montar, pero al final lo hicimos. Lo más urgente era poner las monturas en estación . Llevábamos 4 monturas, de las cuales solamente nos dio tiempo a poner 3 en estación. La última solo pudimos orientarla aproximadamente porque el crepúsculo nos había alcanzado y nos arrebato la estrella polar. Aún así, más o menos la dejamos puesta. Después y ya con menos urgencia fuimos preparando el reto del equipo. Montamos los tubos en las colas de milano, luego las cámaras de astrofotografía, después las cámaras secundarias y varias cámaras de vídeo. En total contamos con 3 cámaras dedicadas, 3 cámaras de vídeo, 2 cámaras de 360°, una cámara GoPro, una insta Go, dos Sony a7s, una Sony a7s , además de varía teléfonos móviles con los que grabaríamos imágenes de nosotros en los momentos previos , durante y posteriores a la totalidad.

Fueron pasando los minutos y finalmente el Sol hizo su aparición entre las ramas de unos árboles cercanos. Durante la primera hora seguimos preparando el material y una vez que el Sol superó la altura de los árboles nos pusimos a preparar y centrar los tubos y cámaras, para dejarlo preparado todo. Poco antes de terminar de montar los "bellos y bellas durmientes" se despertaron y se acercaron al punto de observación. Terminamos con mucho tiempo de antelación, así que pudimos tomarnos un descanso para desayunar y charlar. Aprovechamos también para explicar algunas cosas del eclipse a los nuevos para prepararlos para la totalidad. Aunque la mañana estuvo casi despejada, antes de comenzar el eclipse fueron llegando cirros que podrían obstaculizar la visión del eclipse. Pese a que casi lo había cobertura, nos las apañamos para conseguirla y ver las imágenes del satélite para ver la evolución de esas nubes y calcular si vendrían más o se marcharían. La espera fue tensa porque los cirros iban y venían dejando el cielo en algunos momentos bastante feo. Pero parecía que iba a mejorar y supuestamente durante el eclipse no íbamos a tener nubes o si acaso alguna pequeña. También en la mañana intentamos contactar con algunos medios de comunicación que nos solicitaron una conexión en directo, pero que dada la nula cobertura nos fue imposible realizar. A penas pudimos enviar unos pocos mensajes con alguna foto y algo de texto.


Según avanzaban las horas, el Sol iba calentando, las nubes seguían su camino y parece que mejoraría el tiempo. A pocos minutos del inicio de la parcialidad, teníamos prácticamente el cielo despejado y solo unos pocos cirros lejos del Sol. Solamente tenía que aguantar el cielo 1 hora y media para permitirnos disfrutar del eclipse. Por suerte para nosotros el tiempo solo fue a mejor y se quedó completamente despejado antes del inicio del espectáculo. Durante tenemos que decir que durante todo el eclipse, ni una sola nube se interpuso entre el astro rey y nosotros, permitiendo os una visión nítida en todo momento.


15 minutos ante del inicio del eclipse fuimos avisando a los compañeros para que se fueran preparando.

A falta de 5 minutos todos estábamos listos para recibir a la luna en su recorrido por el cielo y al encuentro de su cita con el Sol. La cuenta atrás había comenzado 5,4,2,2,1 y ... Comienza el eclipse! Teóricamente claro, ya que tardamos casi un minuto en apreciarlo a simple vista con las gafas de eclipse. Al principio se veía una casi imperceptible mordida en la parte inferior derecha del disco solar, pero indudablemente vimos que se trataba del inicio del eclipse.
Para hacer más interesante este comienzo del eclipse tuvimos un par de visitantes
Primeramente un águila que pasó justo por debate del Sol al poco de comenzar la parcialidad, por suerte estaba mirando todos en ese momento con las gafas de eclipse y pudimos verlo. Un poco después fue un avión el que pasó por delante del Sol y aunque fue muy rápido alguno si lo vimos.

La Luna iba avanzando en su camino y cubriendo cada vez mayor porcentaje del Sol. Durante esta primera parte del eclipse estuvimos viendo diferentes fenómenos relacionados con el eclipse, como el efecto pinhole y la definición de las sombras de los objetos según su orientación con respecto a la cobertura del eclipse. Estuvimos mostrando como dependiendo del ángulo el mismo objeto se podía ver con la sombra definida o difuminada. También estuvimos haciendo algunas curiosidades con los dedos de las manos y con el pelo, que se veía muy curioso debido al pinhole. Según avanzaba el eclipse, el tiempo iba mejorando aún más, dejando un cielo prácticamente despejado , salvo algunos cirros insignificantes cerca del horizonte. También con el eclipse ya más avanzado encendimos los ordenadores para preparar los programas de captura y hacer algún vídeo y fotos. Al mismo tiempo advertimos ya el cambio de la luminosidad y un color raro en el cielo. También nuestra piel mostraba un color raro.

Los últimos minutos de parcialidad se volvían muy emocionantes y por suerte, ya no teníamos que preocuparnos por las nubes. Era el momento de disfrutar al máximo y poner todos nuestros sentidos en la naturaleza que nos rodea. Bajada de luz, bajada de temperatura, el viento que se iba calmando, Venus que se podía ver perfectamente en el cielo y relativamente cerca del Sol. A los pocos minutos Júpiter también se dejaba ver , aunque con un poco más de dificultad.

Los segundos pasaban y todos los fenómenos se volvían más drásticos, a falta de un minuto para la totalidad la expectación era máxima. Las emociones se iban acumulando mientras la sombra de la Luna nos anunciaba su inminente llegada.

30 segundos! No queda nada. Los nervios a flor de piel,

20 segundos comenzamos a retirar los filtros de los telescopios y cámaras,

10 segundos, comenzamos la secuencias pre programadas para la captura de imágenes durante la totalidad.

5 segundos y un escalofrío nos recorre el cuerpo, la piel se pone de " gallina" y todos nuestros sentidos se preparan para contemplar el mayor espectáculo de la naturaleza.

3 , 2, 1, la luz se desvanece rápidamente y da paso a unos estremecedores gritos de euforia de los asistentes! La totalidad ha comenzado, gafas fuera! Es el momento de disfrutar de las extraordinarias vistas que nos ofrece nuestra estrella. La hermosa corona solar se hace visible ante nuestros ojos, permitiéndonos disfrutar de los bucles coronales y todo un complejo entramado de partículas que se alinean siguiendo el capo magnético del Sol. La imagen de esa corona brillando con fuera en lo alto del cielo no era lo único que vimos. Los planetas Venus y Júpiter eran perfectamente visibles a ambos lados del Sol. Júpiter arriba a la izquierda y Venus abajo a la derecha. Era una imagen impresionante! Por si fuera poco, también eran visibles varías protuberancias solares a simple vista! Si,a simple vista! De un color entre rojo y rosa destacaba sobre el negro disco lunar que tapaba al Sol. Una de las protuberancias era tan brillante que incluso deslumbraba.

El eclipse era largo,unos 4 minutos y 13 segundos que nos permitieron bajar la vista momentáneamente para disfrutar de los colores del cielo, un "falso atardecer" de 360 grados e incluso fuimos conscientes de la alteración del entorno animal. Las vacas que teníamos cerca se pusieron a correr de un lado para otro sin saber que pasaba. Los pájaros y reto de animales se callaron y se quedó todo en silencio. Un silencio roto exclusivamente por los gritos de júbilo de los presentes, que no dábamos crédito a lo que veían nuestros ojos. Alguno de nosotros incuso dedicamos unos segundos para buscar el cometa 12p que estaba cerca de Júpiter, pero con la emoción no lo encontramos. Dado que no era algo primordial, no perdimos más que unos 3 o 4 segundos en intentarlo y enseguida regresamos a la maravillosa corona solar. 

A medida que la totalidad avanzaba aparecían nuevas as protuberancias por el lado opuesto. La vista a simple vista era espectacular pero con prismáticos era sublime al poder observar con todo detalle la corona solar y las protuberancias con mucha más definición.

Por el lado opuesto al segundo contacto, aparecía de nuevo la cromosfera que anunciaba el fin de la totalidad. El brillo comenzaba a subir y de repente aparecieron al mismo tiempo tres perlas de Baily que con su brillo volvían a inundar el cielo de luz.  Los gritos de los asistentes marcaba indudablemente el final de la totalidad.

Algunos de nosotros seguimos viendo la corona solar durante varios segundos más, ya que utilizamos el dedo pulgar para tapar la fotosfera y poder seguir  viendo la corona solar interna. Otros disfrutaban del anillo de diamante y del cambio del color del cielo, así como el movimiento la sombra de la luna sobre nuestras cabezas!. La luz era cada vez más fuerte y llegaba el momento de volver a tapar las cámaras con los otros solares, también de nuevo volvimos a ponernos nuestras gafas de eclipse para seguir disfrutando de la parcialidad.

Aunque no todo fue eclipse. En esta fase final de parcialidad estuvimos menos pendientes de la misma, y que estábamos tan emocionados que estuvimos compartiendo nuestras experiencias personales y las emociones que habíamos sentido. Especialmente emotivos para aquellos que era su primer eclipse total de Sol. Muchas emociones y sentimientos al mismo tiempo. Muchas alusiones a familiares con los que nos que nos hubiera encantado compartir esta experiencia. Incluso algunos de nosotros nos emocionamos más aún después de la totalidad, cuando empezábamos a ser consientes de lo que acabamos de vivir. Y sobre todo muy felices por haber disfrutado de un cielo completamente despejado que hace tan solo unas horas nos parecía casi imposible.


Después de unas breves entrevistas de las emociones seguimos viendo el resto de la fase parcial con ayuda de las gafas de eclipse. Aunque por su puesto la mayor parte del tiempo por lo pasamos hablando y comentando la espectacularidad del eclipse y poniendo ya nuestra mente en el próximo eclispes. Un eclipse que precisamente podremos disfrutar en España, sin tener que moverlos a penas de casa. 

Poco a poco la Luna se iba alejando y el Sol recuperando su luz. Nosotros disfrutamos haya al último momento del eclipse. Estuvimos expectantes al 4 contacto, cuando la Luna salió completamente del disco solar.

Unos últimos aplausos y abrazos del grupo, felicitando os por el magnífico trabajo de muchos meses y que han dado el resultado esperado. Un eclipse total de Sol bajo unas condiciones prácticamente perfectas. Sin duda unas de la mejores vistas del eclipse en toda la franja de totalidad.


Finalizada la parcialidad quedaba la parte más tediosa, recoger todo el material, limpiarlo y guardarlo. Para viendo terminamos, prácticamente no quedaba nadie en la zona. La mayoría se marcharon poco después de la totalidad y solo nos quedamos hasta el final, los verdaderos astrónomo y entusiastas.
Una vez recogido todo nos toma.os un tiempo para comer e hidratarnos. Nos hacía falta porque teníamos por dela te otras 3 horas y pico de viaje de regreso al hotel.

Un poco antes de marcharnos fuimos a agradecer a los dueños de la granja su amabilidad por permitirnos observar el eclipse desde allí y les dimos una propina como agradecimiento. También les regalamos nuestras sillas, ya que no las íbamos a usar más, ni las íbamos a llevar a España.
Después de eso, nos metimos en los coches y pusimos rumbo al hotel, que teníamos en la ciudad de Fayetteville.


El camino fue largo. El primer motivo fue que regresamos por otra carretera y está tenía más tráfico ya que comunicaba con otras zonas donde la gente vio el eclipse. El segundo movió fue el propio eclipse. Incluso a pesar de que salimos casi 3 horas después del eclipse, nos encontramos con muchísimo tráfico en la carretera de toda la gente que regresaba a sus casas después de verlo. Se sabía que era el tráfico del eclipse, porque únicamente había coches en una sola dirección, la que llevaba desde la franja de totalidad hacia los estados del norte y oeste de los estados unidos.

Finalmente llegamos de noche a nuestro destino y como había prometido invitarles a unas botellas de champagne si veíamos el eclipse sin nubes, cumplí mi promesa y pasamos por una licorera para comprar el champagne.

Al llegar al hotel descorchamos y estuvimos brindando todos por el éxito de la expedición. Tras una breve revisión de algunas fotografías y vídeos de ese día, finalmente nos fuimos a dormir, ya que teníamos que descansar porque mañana nos espera un día duro de viaje.

De madrugada, todo cargado y listo. Salimos!! 3 horas de viaje para llegar a nuestro destino final.
Conduciendo porla noche hacia nuestro punto elegidopara ver el eclipse, cerca de Fox, Arkansas
Poco antes de la salida del Sol, ya teníamos prácticamente todo montado, a falta de alinear las cámaras.
Con el Sol sobre el horizonte ultimamos detalles, aun bien abrigados por el frío de la mañana.
Lodo listo para el inicio de la parcialidad.
Oscar dutante la pequeña charla preparatoria para los primerizos.
Charo observando el eclipse parcial con las gafas de eclipse
Otra foto de la fase parcial.
Durante la fase parcial, nos tomamos pequeños descansos.
Algunos de esos escansos los aprovechamos para hacer ciencia y estuvimos observando el efecto "Pinhole"
En primer plano, Germán observando la parcialidad.
Oscar, Juan Carlos. Germán y Charo viendo el eclipse parcial.
Susana, Jorge, Juan Carlos, Oscar, Antonia, Charo, Germán y Alex. Todo el grupo disfrutando del eclipse.
Germán grabando un vídeo para la posteridad
Lukas en acción
Lukas, Tunc Tezel y Oscar (Foto cortesía de Lukas) nuestros amigos y compañeros cazadores de eclipses.
Tunc Tezel
Charlando durante la fase parcial. Foto cortesía de Susana Rivas
Juan Carlos Martín
Cualquier método es bueno,gafas, prismáticos...
Antonia Varela observando la fase parcial.
Jorge durante la fase parcial.
Germán ya estápreparado para su primer total!
Lukas, Juan Carlos, Germán, Alex yalgunos otros emocionados, mienstras revisamos las fotos del eclipse.
Los miembros de la expedición posando para la foto de grupo.
Posando igualmente pero de espaldas, para dejar constancia de nuestros eclipses.

 

Bajo esta línea secuencia de fotos de la primera parte de la parcialidad. Fotos realizadas con el mak 127 y la Sony A7R. Fotos cortesía de Juan Carlos Martín
Bajo esta línea secuencia de fotos de la segunda parte de la parcialidad. fotos realizadas con el mak 127 y la Sony A7R. Fotos cortesía de Juan Carlos Martín
Cambiando de camara y telescopio sacamos algunas otras fotos de la parcialidad. Esta a las 18:08 TU
Durante la fase parcial del eclipse, pudimos ser testigos de como la Luna ocultaba las manchas solares que eran visibles.
Composición de las perlas de baily de los contactos 2º y 3º junto con una imagen de la corna solar.
Segundo contacto y el espectáculo comeinza!
Detalles de la corona solar interna
Aspecto d ela corona solar durante el máximo del eclipse.
Hemos localizado y contabilizado un total de 42 estrellas que son visibles en unade las fotograías que sacamos durante la totalidad.
Composición HDR a partir de 5 fotos realizadas con la Canon EOS 550D y un objetivo de 250mm
Segundo contacto
Detalle del 2 º contanto con las perlas de Baily.
Disfrutando de esos 4 minutos y 14 segundos de totalidad
EL Sol eclipsado totalmente visto sobre un arbol cercano. Incluso se puede ver Venus en la foto
El grupo admirando la totalidad!
Varios del grupo, alucinando con la totalidad!
Óscar y Juan Carlos observando la totalidad
Composición HDR de varias tomas.
Corona media y Earthshine
Cromosfera visible pocos segundos antes del 3º contacto. Foto cortesía de Juan Carlos Martín
Perlas de Baily den 3º contacto. Foto cortesía de Juan Carlos Martín
Las perlas de baily, en el tercer contacto fotografiadas con la ASI 294MC y un Evoguide 50
Perlas de Baily en el contacto 3º fotografidas con la Canon EOS 550D
Una instantánea fotografaida con el Maksutov 127/1500 y la cámara QHY. Foto cortesía de Juan Carlos Martín
Las protuberancias seguían siendo visibles después del 3º contanco con la cámara ASI 585 MC y un Evoguide 50
Datos obtenidos con el fotómetro Unihedron proporcionado por Juan Carlos. Hayque calibrar aún los datos, puesto que utilizamos filtros
Datos obtenidos con el fotómetro Unihedron proporcionado por Juan Carlos. Falta por calibrar los datos.

Secuencia de multiples exposiciones para logar una foto de alto rango dinámico de la corona.

Exposición 1/320s, ISO 400, F/8
Exposición 1/4000s, ISO 100, F/8
Exposición 1/4000s, ISO 400, F/8
Exposición 1/2500s, ISO 400, F/8
Exposición 1/1250s, ISO 400, F/6.3
Exposición 1/640s, ISO 400, F/6.3
Exposición 1/320s, ISO 400, F/6.3
Exposición 1/160s, ISO 400, F/6.3
Exposición 1/800s, ISO 400, F/6.3
Exposición 1/40s, ISO 400, F/6.3
Exposición 1/20s, ISO 400, F/6.3
Exposición 1/10s, ISO 400, F/6.3
Exposición 1/5s, ISO 400, F/6.3
Exposición 1/2s, ISO 400, F/6.3
Exposición 1/2s, ISO 800, F/6.3
Exposición 1/2s, ISO 1600, F/6.3
Exposición 1/4000s, ISO 400, F/8
Exposición 1/4000s, ISO 100, F/8
Exposición 1/320s, ISO 400, F/8
Composición HDR de todas las fotos.

 

Comparación entre la imagen del SOHO LASCO C2 y la imagen de Óscar Martín ,exactamente a la misma hora. Se puede ver como la forma de la corona coincide exactamente con la imagen del coronógrafo de SOHO.

 

Celebración de todos, tras finalizar la totalidad CONSEGUIDOOOOO!!
Para finalizar, esa noche, al llegar al hotel brindamos con champagne!!!!

 

 

Relatos de los integrantes de la expedición

Susana Rivas

Yo estaba relativamente tranquila…. quitando el estrés del viaje hasta este momento, estaba tranquila, confiando en que las nubes no iban a quedarse… por la noche mientras conducíamos me asomaba por la ventana y veía estrellas, y cuando llegamos a la granja, seguían ahí.

Las nubes llegaron despacio, se veían en el horizonte y empezaron a cubrir el cielo a media mañana, y yo no quería pensar. No estaba nerviosa, más no podíamos hacer ya… habíamos cruzado varios estados esquivando nubes, conducido miles de kilometros, dormido solo a ratos, con planes a, b, c… aquí estábamos y aquí lo íbamos a ver.

Unos veinte minutos antes del comienzo del parcial, las nubes se habían ido, no sé ni cuándo ni cómo, pero ya no estaban. Vale, eran cirros, y altos, pero nos iban a estorbar si se quedaban!

Fue super emocionante esperar para ver cómo mordía la luna al sol, y me hizo gracia cuando Jorge me dijo que tampoco se acordaba de haber visto un parcial …. Era muy pequeño cuando vió uno.

A todos nos sorprendió ver cómo un avión cruzaba por delante del sol, qué regalo.

A medida que avanzaba el eclipse, parecía mas y mas como si lleváramos gafas de sol, la luz no molestaba…. Estaba todo iluminado, pero sin brillos. En no sé qué momento, 60%?, pensamos que así se veía en Marte… y seguimos jugando con las sombras, los pinholes del pelo en la caja de las pizzas :) , super curioso ver tantos eclipses en la sombra. Pasaron varios aviones que dejaban estelas en el cielo que no eran blancas, sino color marrón clarito casi rosáceo.

Pensé en aquellos que conozco que estarían tratando de ver el eclipse desde otros puntos, y me acordé de mi padre que no vino al final.

De pronto la luz se atenuó muchísimo.
No quería quedar deslumbrada por mirar demasiado pronto mientras esperábamos la totalidad y esperé a que Óscar nos gritara “ya” para mirar al sol sin los filtros.

Impresionante.
Todo.

La luz, el cielo… qué colores! Recuerdo mirar y mirar, arriba, alrededor, a la gente, a Jorge, a las vacas! Al sol, a la luna, a Júpiter, a Venus, pasar de ver las protuberancias con prismáticos a sin ellos, y se veían! de color rosa. Alucinante poder verlas a simple vista. Quería absorber todo, no perderme nada, y en cada espacio veía algo precioso… no quería dejar de contemplar la corona del Sol, y miraba casi deprisa a todo lo demás. Los colores del cielo eran como un ocaso en 360, pero diferente al eclipse del 17, aquí había otros colores, una zona era marrón clarito, con algunas nubes como jirones en el cielo.

Y entre los gritos, pasar los prismáticos, las vacas corriendo asustadas, mirar una y otra vez…. se acercaba el final de la totalidad… de pronto alguien encendió la luz, pudimos ver los destellos de las perlas y sin esperarnos, la luna siguió su camino, ya no podíamos seguir mirando!. Se acabó… los cuatro minutos y pico se pasaron demasiado rápido.

Abrazos, lágrimas, más abrazos….
Qué sensación.

Conseguimos presenciar algo extraordinario, no nos dimos nunca por vencidos y literalmente, recorrimos medio planeta para ponernos bajo la sombra de la luna.

Muchas gracias a todos y cada uno de los 7 que viajaron conmigo, habéis hecho que este viaje sea inolvidable para mí, y en especial a Óscar, por incluirnos y guiarnos, y por conseguirnos un sitio en esa parcela donde la suerte quiso acompañarnos y se trajo a la magia con ella.

Estoy pensando ya en el próximo :)

Charo

Próximamente

Germán Ramos.

Mi primer Eclipse Total de Sol

El día 8, después de haber viajado el día anterior desde Texas hasta Arkansas, tuvimos que madrugar para desplazarnos hasta la granja, cerca de Fox, a la que nos habían invitado los amigos canadiense y turco de Óscar. El viaje comenzó en Fayetteville y desde allí conduciríamos durante 3 horas aproximadamente hasta nuestro lugar de destino. Cuando estábamos ya cerca de la granja empezamos a ver relámpagos en la dirección hacia la que íbamos. Nos preocupaba la posibilidad de que hubiera tormentas en la zona que nos impidieran ver el eclipse. Por si fuera poco, había tramos en los que olía a quemado, añadiendo además la preocupación por posibles incendios que dejaran el cielo enturbiado con el humo. Sobre las 4:23 de la madrugada llegamos a la granja, donde nos recibió Lucas, el amigo canadiense de Óscar, quien nos indicó donde aparcar y donde nos podíamos situar con nuestros equipos.

El montaje y alineado con la estrella Polar, les llevó un tiempo a Óscar y Juan Carlos, mientras yo les ayudaba en lo que podía. Ahí ya había nervios ya que no disponíamos de mucho margen antes de que amaneciera y dejáramos de ver la Polar. Finalmente se consiguió tener los equipos preparados a tiempo y ya solo quedaba esperar hasta que comenzara el eclipse.

A partir de ahí, llegó para mí el momento de más nervios. Hasta el momento había estado bastante tranquilo disfrutando muchísimo del viaje, pero ahora llegábamos al momento clave. Si las previsiones se cumplían, en Arkansas tendríamos el cielo más despejado de toda la franja de totalidad. Nada más amanecer estábamos muy contentos ya que el cielo estaba completamente despajado. Con el paso de las horas, empezaron a llegar nubes a la zona y empezamos a preocuparnos bastante, puesto que, aunque era un frente que debía abrir justo antes de que empezara la parcialidad, no nos fiábamos de que se despejara del todo. A falta de 20 minutos para que empezara la parcialidad, el cielo estaba despejado y sin visos de traer nuevas nubes. En ese momento supimos que veríamos el eclipse sin problemas.

Con el comienzo de la parcialidad, los nervios comienzan a hacerse notar. Yo no soy de mostrar muchos sentimientos o nerviosismo, pero la procesión iba por dentro. Nada más comenzar, un águila se cruzó por todo el medio del sol, en un momento con toques épicos. Yo trataba de ir recordando todos los eventos que se producen durante el eclipse. Incluso estuve mirando el porcentaje de eclipse para ver la luminosidad en los distintos planetas, pero se me acabó olvidando y me dediqué a observar cómo iba cambiando el entorno. También pudimos ver Venus y un poco más cerca de la totalidad a Júpiter. A mí me costó un poco localizarlos durante la parcialidad, pero conseguí verlos. Cuando el eclipse ya estaba algo avanzado, grabamos un video explicando el efecto “pinhole”, proyectando la sombra del eclipse a través de diversos elementos que teníamos preparados, incluso con el pelo largo de las chicas. También trate de observar el cambio de color en mi piel, pero no sé si por ser tan blanco, no pude apreciar el cambio. Sin embargo, sí que pude observar que las sombras se veían raras. A escasos minutos del comienzo de la totalidad, empecé a resoplar por los nervios, afortunadamente no se me olvido poner a grabar la cámara 360 y el móvil para grabar mi reacción. Gracias a las indicaciones de Óscar y Alex, fuimos admirando como el horizonte estaba mucho más oscuro por el Sur, de donde venía el eclipse, que por el Norte. En un momento dado, una niña americana se fijó en que todas las vacas, menos una se habían refugiado con la bajada de luz. A 30 segundos de segundo contacto, alguien dijo en inglés “Shadow Bands”, pero no fui capaz de verlas. En los segundos previos a la totalidad, la bajada de luz fue bastante más brusca y empezó el espectáculo. Se empezaron a escuchar los gritos de emoción de mis compañeros y del resto de gente que estaba en la granja. Para mí fue uno de los momentos más emocionantes, pues sus gritos eran el preludio a lo que verían mis ojos.

Recuerdo que tarde unos segundos en quitarme las gafas de eclipse, ya que, al ser mi primera vez, no quería adelantarme y que me deslumbraran las perlas de Baily, aunque eso significó que me perdí unos segundos de totalidad. La vista fue espectacular. La primera impresión que me quedó grabada, fue la intensidad con que brillaba la corona solar, con un blanco brillante espectacular. Ahí es donde me empezaron a caer lagrimas por las mejillas. Rápidamente comencé a limpiármelas, ya que no quería que nada enturbiara mi visión. Durante esos primeros instantes fui alternando entre mirar al eclipse a simple vista y cambiar a los prismáticos para apreciar los detalles de la corona. Se empezaron a apreciar protuberancias, que también eran bastante brillantes. Una de ellas era especialmente grande y brillante. Ese fue el otro detalle que me llamó muchísimo la atención. Varias de ellas eran de un color rosado, color típico de la cromosfera, pero la grande, llegaba a brillar de un blanco intenso al verla con los prismáticos. Además, tenía forma de triángulo y llegaba a verse a simple vista. Varias veces traté de buscar el cometa 12P/Pons-Brooks, que se suponía sería visible durante el eclipse, pero ninguno del grupo fue capaz de verlo en directo. Al no localizarlo la segunda vez, me centré en disfrutar de la corona, con algunos vistazos rápidos a Venus y Júpiter con los prismáticos. También era muy bonito observar el color del cielo y el horizonte como un atardecer de 360 grados. Recuerdo mirar una vez a las vacas con los prismáticos, pero estaba bastante oscuro y apenas se distinguía su silueta. En otro momento, oí a Óscar anunciar la mitad de la totalidad y yo respondí: “¿Ya?”. Esa primera mitad se me pasó bastante rápido, pero ya había visto tantas cosas que había merecido la pena. La segunda mitad de la totalidad ya que no me pareció tan rápida. A partir de ahí me senté en la silla (que no había usado hasta entonces de los nervios). Ya más relajado, disfrute del espectáculo mientras me llevaba las manos a la cabeza y limpiaba más lágrimas de mis ojos. Incluso en algún momento, recuerdo que casi rompí a llorar. Tuve que respirar hondo para no perderme ni un segundo del eclipse por el llanto. La emoción en todos los asistentes era palpable y eso se trasmitía haciendo más emotivo el momento. Oír la voz rota de Óscar llorando me sorprendió y me emociono, ya que esa misma mañana mientras viajábamos a la granja, me había comentado lo preocupado que estaba porque no lo viéramos, después de habernos convencido para gastar tanto dinero por el viaje. Poco a poco la luz iba volviendo, pero aún faltaba uno de los mejores momentos. Al llegar el tercer contacto, de repente empezaron a aparecer las perlas de Baily. Ha sido una de las cosas más bonitas que he visto en mi vida. Empecé a aplaudir y de nuevo casi rompo a llorar, pero recordé enseguida, que poniendo el dedo delante del Sol, todavía podría disfrutar de unos segundos extra de corona. Tenía los pelos de punta después de ese momentazo. La luz fue volviendo más bruscamente al acabar la totalidad. Y en ese momento, habiendo disfrutado mi primera totalidad, sentí una relajación tremenda y por unos segundos estaba como perdido sin saber qué hacer. Una relajación así solo recuerdo sentirla tras sacar la plaza en la oposición. Luego llegó el momento de los abrazos y felicitaciones con el resto de compañeros. Pasados esos momentos de euforia, Óscar nos preguntó a todos lo que habíamos sentido durante el eclipse, pues quería tener nuestras impresiones cuando aún estaban frescas. A mí me preguntó que definiera el eclipse, en una palabra. Recuerdo que dije “Brutal”, pero en realidad, cualquier palabra que hubiera dicho, se habría quedado corta. Estábamos tan felices, que no nos dábamos cuenta que el eclipse parcial continuaba hasta que Charo nos lo recordó. Finalmente, nos sentamos todos juntos a disfrutar del resto de la parcialidad, mientras el resto de gente iba abandonando poco a poco la granja.

Cuando todo acabó, empezamos a recoger los equipos y tras despedirnos de Lucas y Tunç Tezel, los amigos de Óscar que nos invitaron a la granja y de los dueños de la misma, salimos ya de regreso hacia el hotel, con la satisfacción de haber cumplido nuestro objetivo. El camino fue tranquilo y aunque pillamos algo de atasco, apenas estuvimos parados más de unos minutos. Cuando llegamos a Fayetteville, compramos unas botellas de champán para celebrarlo. Por último, nos acostamos para descansar para el largo viaje de vuelta a San Antonio que nos esperaba al día siguiente. Esa noche la que más y mejor dormí de todo el viaje.

 

Juan Carlos Martín

Aún con la incertidumbre de encontrarnos cielos cubiertos comenzamos un viaje a través de 3 estados, Texas, Oklahoma y Arkansas. 10 horas hasta llegar desde San Antonio a Littlel Rock. Decisiones difíciles, pero, creo que al final, viendo los resultados, muy acertadas. La madrugada del día 8 nos levantamos hacia la 1 y media de la madrugada, para conducir durante 3 horas hasta una granja cerca de la población de Montainview, Arkansas. Llegamos hacia las 4:30 de la madrugada y comenzamos a montar con cierto sigilo los equipos, para no molestar a los demás que dormían por la zona. Apenas pudimos montar 3 de 4 equipos. Pero, el principal estaba operativo, pese a haber perdido una pieza importante, que solvente con un trozo de la rama de un árbol cercano.

La mañana pasó volando y pronto llegó el momento de disfrutar del eclipse. En un principio no sentí mucha emoción. Estaba muy pendiente de todos los equipos y cámaras... De pronto la sombra de la totalidad se cirnió sobre nosotros y estallamos en un frenesí de exclamaciones... De repente me di cuenta de las llamaradas visibles a simple vista y de la emoción de todos al rededor, pero, fundamentalmente Oscar que lo vivía con una emoción tremenda. Para mí, lejos de ver Venus y Júpiter a simple vista de día, lo más emocionante fue el momento de la salida de la luna, ver las perlas de Baylis y sentir como un impulso, un vuelco que te estremece cuando notas que al mismo tiempo que se desplaza la luna y emerge el Sol, vuelve a subir de repente la luz. Es como percibir el movimiento planetario, es indescriptible. En esos momentos me acordé mucho de mis seres queridos. Mi pareja, mi familia y aquellos que aún no estando allí conmigo me han animado o me hubieran animado a estar en esos instantes en ese preciso lugar. Cosa que agradezco a Óscar Martín Mesonero, por su perfecta planificación y preocupaciones. Gracias Óscar.

Y si, es más emocionante que ver una Aurora Boreal. Te espero en el próximo eclipse de España en 2026.

 

Alex Mendiolagoitia

Costó llegar. Huyendo de las nubes desde San Antonio, Texas, hasta Shirley, Arkansas, en Estados Unidos. Nos situamos entre dos frentes. Uno al sur que estropeaba toda posibilidad de observación en Texas, aunque amigos y compañeros tuvieron suerte de verlo allá por Dallas en huecos entre las nubes. El otro frente, por el noroeste y norte desaconsejó que fuésemos hasta Búfalo vía aeropuerto de Detroit en vuelo.
Amanece sin nubes. Frío. Se han montado los telescopios y orientado las monturas a Polaris, casi in extremis, por las tres horas largas de viaje desde Fayetteville, donde pernoctamos apenas unas horas.
Salido el sol, se agradece el calor, sobra la manta india que compré y toca esperar. Estamos en una granja y en el lindero contiguo hay toda una serie de vacas asustadizas que huyen en cuanto uno se acerca al coche que está cerca del vallado, pero a unos 50 metros de donde se han montado los telescopios.
Sin estrés por las condiciones climáticas toca revisar que los equipos están bien montados una y otra vez. Un golpe que se llevó mi trípode en el viaje hace que la palomilla de una pata no funcione bien y me toca rehacer lo pensado. A cambio bajo el centro de gravedad y me toca retorcerme para mirar por la cámara que traje. Para ahorrar peso y dejarlo disponible para los compañeros uso una cámara más antigua que no permite sacar y reorientar la pantalla. Un problema salvable a costa de lumbares y cervicales.
Tensa espera y poco a poco sube el nerviosismo pues cada vez queda menos para el eclipse.


¡Contacto! ¡Primer contacto!
En la parte inferior derecha del disco solar se nota puntualmente el primer pequeño mordisquito. Alternamos gafas con prismáticos; siempre con el filtro puesto. Algunos en el fabuloso grupo compuesto por  Charo, Susana, Toñi, Germán, Jorge, Juan Carlos, Oscar y yo mismo,  están mirando como progresa la parcialidad del eclipse cuando se maravillan al ver pasar por delante del disco solar un águila. ¡Una pasada!
Cabe mencionar que bastante centradas aunque algo al norte hay dos grupos de manchas solares. Una, grande y bien visible, la otra, a más cerca del limbo opuesto al primer contacto, más pequeña y fácilmente imperceptible si uno no se fija un poco.
a medida que avanza el eclipse tapa las manchas solares grandes. Alcanzada la mitad de ocultación del disco solar aún no se nota una gran diferencia de luz. Ni la naturaleza ve afectado su comportamiento. Los pájaros siguen piando, las vacas mugiendo, los humanos poniéndose cada vez más nerviosos.
Faltan ya unos 20 minutos para la totalidad y se empieza a notar bastante bien la falta de luz. Todo el entorno está como apagado. No es muy notable la tonalidad amarillenta primero y verdosa, después que he percibido en otros eclipses. No me percato aún de un extraño comportamiento animal. Las vacas siguen mugiendo de vez en cuando.
Al quedar 10 minutos me alejo del sitio y dejo sobre uno de los coches la grabadora para cumplir así con el encargo de Enrique Pérez Montero, del Instituto de Astrofísica de Andalucía, quien me pidió grabar la naturaleza con la menor interferencia humana posible. Esta grabación ha sido un éxito y supongo que la podrá usar en sus conferencias a invidentes y gente con problemas visuales. Es otra manera de acercarles lo que es un eclipse. Pero a lo nuestro. Faltan escasos 4 minutos para la totalidad y tapando el Sol con la mano, se percibe con dificultad al planeta Venus a la derecha del disco solar. Poco a poco, al irse oscureciendo más y más el disco solar, Venus es más visible. A última hora aparece también Júpiter, esta vez a la izquierda del disco solar casi tapado. Queda ya muy poco y se ve por el horizonte sur una oscuridad mayor que en el horizonte norte. Esa oscuridad ya nos envuelve, preludio de que entramos en la sombra lunar. La caída de luz ambiental es drástica, de igual manera que lo es el volumen de los decibelios expulsados por los humanos sube en una explosión de júbilo y griterío general. No solamente de nuestro grupo.


A escasos segundos de la totalidad, se empieza a vislumbrar como el irregular limbo lunar va tocando el limbo solar. ¡Filtros fuera! y ante nuestros ojos se despliega una explosión de luz de los rayos solares visibles aún por los valles lunares. ¡Las perlas de Baily! Muy rápidamente; demasiado rápidamente, se suceden destellos que se apagan uno tras otro quedando el último rayo de Sol que escapa por el más profundo valle solar en un último destello a modo de diamante sobre un anillo tenue pero luminoso que rodea a la luna negra. Ese anillo de diamante desencadena hasta en los más veteranos tal sensación que de uno solo salen gritos felices desde el fondo del alma. Puños cerrados, sonrisas muy abiertas, ojos también muy abiertos y un espíritu de cada uno que graba con intensidad el espectáculo que se ha desplegado ante sus ojos allá arriba en el firmamento.  Ese espectáculo que da paso a una oscuridad instantánea y casi total en la que ya solo se hoy a los humanos. Un espectáculo que da paso a otro no menos emocionante. Con la oscuridad se desarrolla la visión de la corona solar; esa preciosa envoltura brillante de color entre plateado, algo dorado o incluso un pelín grisáceo que muestra varias extensiones allá donde la actividad solar que está en su máximo obliga a las partículas de la atmósfera solar a seguir las líneas de su campo magnético. ¡Tomaaaa! ¡Uauuuuuuu! ¡Que pasada! ¡Como mola! ¡Esto es la h*****!
Majestuoso espectáculo. Igual que los gritos de satisfacción que emitimos todos. El más emocionado, el más veterano: Óscar. Los demás simplemente disfrutan boquiabiertos  tratando de no perderse nada.
¡Protuberancias! ¡Se ven protuberancias!. Es cierto, mirando con binoculares desnudos se perciben perfectamente una serie de difuminadas manchitas concretas de color rojizo o rosado. Hay algunas, si bien no puedo ni contarlas a pesar de que no intento perderme nada.
Miro brevemente a Venus, alejando la mirada del eclipse, miro hacia el horizonte sur este, pero no consigo distinguir ni Saturno ni Marte, cosa en la que pongo casi empeño. Mirando hacia el otro lado veo Júpiter e intento ver el cometa. Tampoco, pero no pierdo tiempo y vuelvo a mirar la corona alternativamente con prismáticos y a simple vista.
¡Dos minutos! Argh, ya ha pasado la mitad. No puede ser. Nooooo ¿Porqué pasa tan, tan rápido? Otro vistazo a la corona como y sin aumentos y rápidamente empiezan a aparecer por el limbo opuesto a antes otras protuberancias. Primero una al norte, pero luego otra al sur que quita el hipo. La miro con los prismáticos y es enorme, a modo de triángulo con un agujero en medio. ¡Impresionante! ¡Impresionante! Nos lo vamos comunicando y nos quedamos pasmados cuando comprobamos que esa protuberancia ¡se ve a simple vista! Buuaaaaaaah, ¡impresionante! Una pasada, la verdad.
Con los pelos de punta aún por esa protuberancia miro nuevamente a mi alrededor. Los colores del anochecer se ven muy difuminados y no tan claros como en otras ocasiones. Esta vez, curiosamente, está todo más oscuro hacia el horizonte norte, en vez del horizonte sur. Pero demasiado rápido alguien grita ¡10 segundos! ¿Yaaaaa?
Lamentablemente sí. Bueno. No tan lamentablemente porque vuelve el anillo de diamantes y las perlas de Baily en un sublime nuevo espectáculo celeste que borra la corona solar y la mega protuberancia con un aumento casi instantáneo de luz. La totalidad del eclipse ha acabado pero el disfrute aún no. Tapando al sol "naciente" aún se consigue ver la corona por un breve rato más y a Venus por otros instantes más. Pero ahora sí que acabó. 

Grandes sonrisas y algunos ojos lloroso por la emoción del momento certifican que ha merecido la pena ahorrar, viajar, el esfuerzo de huir de Texas. Y todo el viaje montado gracias a Oscar. Todo ha merecido la pena. ¡Y mucho! Quizá en relación a otros eclipses, al conocernos en el viaje muchos de los pocos integrantes que estábamos, la celebración fue más comedida que en otros viajes con los amigos de la AAM, donde si que hay múltiples fusiones de abrazos entre todos. Pero. ¿qué más da? Se pudo DISFRUTAR del eclipse en su totalidad bajo un cielo despejado que es lo que cuenta.
Y a partir de aqui, a pensar en Burgos al anochecer del 12/08/2026.

Jorge

Próximamente

Antonia Varela

Próximamente

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Post-Eclipse

9 de Abril: Nos despertamos sobre las 7 de la mañana para ultimar las maletas y re ordenarlas.

A las 8 bajamos a desayunar al hotel. Un rico desayuno que nos daba fuerzas para afrontar al duro viaje de regreso a San Antonio. Cereales, café, zumos y tostadas era el menú del que disponíamos. Una vez llenado el estómago comenzamos el viaje de regreso.

A nuestra salida el tiempo estaba muy bien, solo algunas nubes y mucho sol, pero la cosa iba a cambiar, tal y como habíamos visto la noche anterior en las aplicaciones del tiempo.

La mayor parte del viaje fue muy tranquila, pasamos del sol que incluso molestaba algo para conducir a una mediodía más cubierta de nubes y que hacía más llevadera la conducción. Paramos en varios sitios para repostar combustible y para comer y beber algo, así como para hacer las necesidades propias de cada uno. Un par de paradas las realizamos en el estado de Oklahoma, por lo que podemos decir que oficialmente si estuvimos en este estado. En dichas paradas aprovechábamos para comer algo y enviar mensajes y correos a familiares, así como atender a las obligaciones del trabajo respondiendo a correos. Después de comer proseguimos el viaje y una vez pasado Dallas y su tráfico caótico, antes del atardecer es cuando se empezó a complicar todo. Primero tuvimos algo de lluvia que aunque no era mucha, hacia peligroso circular a la velocidad de la vía, además las salpicaduras de otros vehículos hacían más complicada la conducción. Aún así seguimos nuestro camino como pudimos ,circulando a menor velocidad y mayor precaución.

Ya de noche, se empezaba a complicar más aún el tiempo con lluvia mucho más fuerte y poca visibilidad. De repente un ruido muy fuerte comenzó a sonar, en todos los teléfonos móviles y dispositivos electrónicos. Se trataba de una alerta de peligro difundida masivamente por el gobierno de los estados unidos. Nos avisaban de un peligro inminente por fuertes lluvias y granizo destructivo del tamaño de pelotas de béisbol. Nos ordenaban abandonar lo antes posible la carretera y refugiarnos en casa o cualquier sitio con tejado para evitar lesiones y posibles accidentes. Nada más recibir la alerta, nos llamamos por teléfono entre los coches y decidimos salir lo antes posible de las carretera para ponernos a salvo.

En un par de minutos el tiempo empeoró mucho más, hasta hacer imposible la circulación por suerte estábamos pasando justo en ese momento al lado de una gasolinera y rápidamente cogimos la salida para ir hacia ella. El 3 coche estaba algo más atrás y se resguardo en un Subway. La lluvia y el viento eran muy fuertes y teníamos miedo al granizo, así que nos pusimos al resguardo bajo el techado de la gasolinera. En pocos minutos el sitio se llenó completamente de coches y camiones buscando cobijo. Mientras la tormenta severa arreciaba,salimos de los coches pero dentro del techado con el fin de ver la tormenta y sus estragos. Observábamos atónitos la escena mientras caían decenas de rayos por minuto.


Decidimos ir dentro de la gasolinera para resguardarnos mejor y ya de paso comer algo, y eso hicimos. Tomamos un perrito caliente y bebimos un refresco mientras contemplábamos el espectáculo de afuera. Los rayos no dejaban de caer y la lluvia y el viento incluso iban en aumento. Vimos caer granizo, pero por suerte, no del tamaño que anunciaban. Y no es que se equivocaran, porque al cabo de unos minutos llego un coche desde la carretera que tenía la el cristal del parabrisas completamente destrozado por el granizo y este si tenía la pinta de ser del tamaño que anunciaban. Solamente tuvimos la suerte de evitarlo por unos pocos kilómetros.

Durante el tiempo de espera, estuvimos mirando las previsiones del tiempo, la evolución de la tormenta para ver cuándo podríamos continuar con nuestro viaje. Al cabo de un rato el tiempo mejoró y dejó de llover tanto, así que avisamos al tercer coche que estaba unos kilómetros más atrás para que se reunieran con nosotros. Una vez que estuvimos los tres coches juntos, miramos el tiempo y vimos que teníamos que esperar aún algo de tiempo para que la tormenta pasará definitivamente. Aunque en nuestra ubicación el tiempo mejoró mucho, había otras tormentas azotando fuertemente a otras zonas por donde teníamos que pasar. La última de ellas pasaría por San Antonio, así que calculamos cuando debíamos esperar para no encontramos con la parte más fuerte de las tormentas.

Una vez lo tuvimos claro, proseguimos con precaución nuestro viaje hasta San Antonio, donde llegamos pasada la 1 de la madrugada. Más de 14 horas después de nuestra salida desde Fayetteville.
Llegamos muy cansados al hotel y para colmo las llaves de las habitaciones no funcionaban. Ninguna de ellas. Así que nos tocó informar a recepción para que nos pusieran nuevos códigos.

Una vez solucionado metimos las maletas en las habitaciones y nos fuimos a descansar. Un día muy largo, complicado y con muchos kilómetros. Tenemos unas 6 horas para descansar y dormir y después nos levantaremos para ir al aeropuerto. 

 

10 de Abril: Amamecimos sobre las 7 de la mañana y nos pusimos a ordenar y revidar las maletas. Con el cielo completamente despejado tuvimos una mañana espléndida y con buena temperatura, nada que ver con el día anterior. Tranquilamente fuimos preparando las maletas y metiéndola en los coches. También aprovechamos la comida que nos quedaba y nos pegamos un buen desayuno.

Sobre las  9 de la mañana fuimos a la gasolinera de al lado del hotel para echar gasolina y dejar los depósitos de combustible tal y como los recibimos.

Partimos hacia el aeropuerto con tiempo de sobra de entregar los vehículos y hacer el check-in y la facturación. Una vez hecho, pasamos el control policial pertinente. Curiosamente fue muy rápido, y tardamos pocos minutos en realizarlo. Cuando estábamos re agrupando para ir a la puerta de embarque, Juan Carlos se dio cuenta de que le faltaba el teléfono móvil. Estuvimos buscando en las bolsas y maletas, pero no aparecía. Fuimos a preguntar al control de equipajes que acabamos de pasar pero no encontraron nada. Solo nos quedaba 1 opción... El coche. Juan Carlos y Alex fueron a la agencia de alquiler de coches para preguntar. Cuando fueron a revisar el coche vieron el teléfono dentro del mismo, lo recogieron y se lo entregaron a Juan Carlos. Primer obstáculo del día superado! Con más tranquilidad al ver que JC había recuperado el teléfono nos dirigimos ala puerta de embarque.  Como el aeropuerto de San Antonio es muy pequeño, solo tuvimos que caminar unos metros para llegar a la puerta, y eso que era la última.

En lo que esperábamos al embarque algunos fueron a dan unos pequeños paseos por el aeropuerto e incluso a comer algo. Pasaban los minutos y vimos que habían retrasado el vuelo. Pasaba el tiempo y lo retrasaron otra vez, así hasta en 4 ocasiones. Finalmente la hora de salida del vuelo fue más de 1 hora y media después de lo previsto.  Por megafonía nos avisaron de que todos los vuelos con salida o destino Dallas estaban retrasados y que no nos preocuparamos. Durante el tiempo de espera estuvimos charlando y contando anécdotas de eclispes y también de nuestro propio viaje. También aprovechamos para hacer algún perfil en la página de cazadores de eclipses y así actualizar los datos con este último. Antes de llamarnos a embarcar avisaron por megafonía que el retrato era debido a que un auxiliar de vuelo no había llegado y estaban esperando por el. Finalmente llegó y fue recibido entre aplausos de la gente. Minutos después comenzamos a embarcar al avión.  Estábamos mirando el panel de información algo preocupados porque la hora estimada de llegada a Dallas era precisamente a la misma hora que tenía prevista la salida de nuestro siguiente vuelo a Madrid.


Nos montamos en el avión y tuvimos un vuelo tranquilo, con alguna turbulencia al poco de despegar y antes de aterrizar, pero nada fuera de lo normal. A las 17:00 aterrizamos y mientras rodábamos por la pista la azafata iba diciendo por megafonía el horario de los vuelos de conexión para que la gente supiera donde y cuando. Aunque dijo que dejarán bajar a los pasajeros con más prisa, la mayoría de la gente no hizo caso y tardamos en salir. Para colmo, vimos que nuestro vuelo salía en 8 minutos. Y con alguna esperanza salimos a toda prisa del avión para intentar cogerlo. Era todo un espectáculo ver correr a 8 personas por el aeropuerto a toda pastilla. Además tuvimos que coger el tren para cambiar de puerta lo que retrasaba aún más nuestra llegada. Pese a que no tuvimos que esperar nada el tren y solo eran dos paradas, no llegamos a tiempo. Jorge se adelantó velozmente a la puerta de embarque pero no le dejaron entrar. El vuelo lo habían cerrado 5 minutos antes y no nos dejaron embarcar. Y eso que aún no había despejado.

Nos dijeron que teníamos que ir a reclamar a atención al cliente. Con gran resignación nos fuimos a las oficinas de American Airlines para ver si  os podían meter en el siguiente vuelo. Parece ser que nos tocó alguien muy poco competente porque solamente recibíamos negaciones por su parte. En el mostrador nos íbamos calentando porque no nos daban ninguna solución viable. La única opción que nos daban era la de un vuelo para el Viernes siguiente y con llegada el Sábado a Madrid.  Además teníamos que costearnos de nuestro bolsillo todos los gastos derivados del retraso, alojamiento, comidas, desplazamientos,etc. No podíamos aceptar eso y el ambiente se fue caldeando hasta tal punto que el que los atendió llamó a la policía. Pocos minutos después llegaron 4 policías uniformados y nos rodearon, para mediar con nosotros. Por suerte, nos calmamos un poco al ver algo más de interés por parte de los trabajadores que entre varios estuvieron intentando buscar alguna otra opción para nosotros.

Finalmente y después de mucho discutir y gracias a la gran ayuda y perseverancia de Jorge, conseguimos una alternativa viable. Un vuelo a Barcelona y desde allí otro a Madrid. Esta era la mejor de las opciones que había sobre la mesa. Aceptamos y se pusieron a sacar las tarjetas de embarque. Otra cosa más es que según nos estaban imprimiendo las tarjetas, los pasajeros del vuelo ya estaban embarcando, por lo que otra vez nos tocó correr por el aeropuerto para intentar llegar a tiempo. Como tardaban mucho en imprimir las tarjetas, según nos las iban entregando íbamos yendo a la puerta de embarque. Sobre todo para intentar retrasar lo máximo posible el vuelo para diera tiempo a llegar a todos los compañeros. Y lo conseguimos!

Por suerte, todos llegamos a tiempo para embarcar. Una vez dentro del avión ya respiramos más tranquilos. Al menos no tendríamos que quedarnos varios días en Dallas y estando en España es más fácil para nosotros organizarnos. Aprovechamos los últimos minutos antes de despegar para informar a nuestras familias de lo sucedido y del cambio de planes y al poco despegamos.

 

11 de Abril: Despegamos siendo día 10 al atardecer y llegamos a Barcelona el día 11 sobre medio día. Aprovechamos la escala para comer algo y tomar un café (Por fin en un Starbucks) antes de embarcarnos en nuestro siguiente y último vuelo. Salvo para Antonia, que tendría que coger otro vuelo a canarias. De hecho, nos despedimos de antonia en el propio aeropuerto de Barcelona, deseándole buen viaje de regreso y dándole las gracias por acompañarnos en este magnífico viaje. Después de las despedidas, ahora si embarcamos en nuestro último vuelo hacia madrid. Era un vuelo cortito y casi ni nos enteramos.Al aterrizar fuimos al mostrador para reclamar los equipajes y solicitar que nos los enviaran a casa, puesto que aun estaban en Dallas. Ahora si, nos despedimos todos por última vez a la salida del aeropuerto y con vistas ya al siguiente eclipse total que será en España!.

El grupo final, Juan carlos, Germán, Charo y Óscar, fuimos hacia el parking para recoger el coche y poner rumbo hacia Salamanca. Aún así, el que más kilómetros se pegó fue Juan Carlos que tuvo que continuar hasta Plasencia. Una vez confirmado que llegó bien, dimos por finalizada esta aventura.

El vídeo

Vídeo resumen del eclipse
Video de 360º desde unos minutos antes a unos minutos después de la totalidad. Vídeo cortesía de Germán
Video de 360º desde unos minutos antes a unos minutos después de la totalidad. Vídeo cortesía de Óscar

 

Nuestro viaje en fotos

Son muchas las fotos que faltan muchas fotos, pero porlimitación de espacio nos vemos obligados a poner solamente unas pocas. Gracias a todos los que habeis colaborado con las fotos y vídeos.

En el aeropuerto de Bajaras, Madrid, listos para comenzar el viaje . Foto cortesía de Charo.
Volando sobre Canadá
Primer día en san Antonio dando un paseo por el rio y el centro de la ciudad . Fot ocortesía de Juan Carlos.
Durante el paseo por el rio
Una de las muchas fotos que nos sacamos en el viaje.
Hora de almorzar!
El grupo frente a la entrada de "El Álamo"
Junto a un árbol en El Álamo
Duante el paseo por el centro
Brindis por los cielos despejados!
De madrugada partimos hacia Houston y tuvimos este precioso amanecer. Foto cortesía de Juan Carlos
Tráfico en la carretera a Houston . Foto cortesía de Alex
Alex, Susana y Jorge en el centro espacial de Houston.
Germán y Juan carlos, junto a la cápsula del Apollo XVII
Oscar junto al Satuno V
Todo el grupo, haciendo cola para visitar el Independence (LEGO para los amigos) jajaja
Antigua sala de control de misión durante el programa Apollo
El grupo en la sala de control de misión Apollo
Muestras de rocas lunares traidas por los astronautas del programa Apollo
Una etapa del Falcon 9 , espuesta en el centro espacial de Houston
La estaba del Falcon 9. Foto cortesía de Alex
recreración en 3D con maquetas a tamaño real de una misión Apollo. Foto cortesía de Alex
Angar donde se guarda el Satuno V . Fot ocortesía de Alex
Susana en la entrada del centro espacial de Houston.
Antonia Varela junto al Satuno V
Antonia, Oscar y Alex junto a un panel del eclipse, donde los visitantes se iban apuntando desde donde venian
Montados en nuestro tren, para ir a ver el Satuno V
Oscar y Juan Caros y el impresionante cohete Saturno V
Otro trenecito que nos llevó al centro de control de misión.
Vista de la plaza de la independencia, junto con el avíón y el "LEGO". Foto cortesía de Juan Carlos.
Susana junto al Independence. Foto cortesía de Susana
Juan Carlos, Jorge, Susana, Antonia, Oscar y Germán tocando un meteorito. Foto cortesía de Susana
Momento escalera, mientras esperábamos subiendo al independence. Foto cortesía de Susana
Nuestro café "USAF" jaja. El puesto de control de acceso a la base militar donde casi nos colamos . Foto cortesía de Charo
La universidad de San Anotnio, con el planetario al fondo
Vista de la zona del planeratio de la Universidad. Foto cortesía de Alex
Pensdientes a tosdas horas del tiempo en las noticias de la televisión.
Ya de viaje hacia nuestro Hotel en Fayetteville, mientras pasábamos por Dallas . Foto cortesía de Charo
En una de nuestras paradas pudimos ver estas joyas!
Incluso algunos de nosotros nos montamos, como Antonia.
Durante las paradas, también tuvimos pequeñas reuniones sobre la ruta a seguir y las previsiones meteorológicas.
Abandonamo Texas con esperanza de encontrar cielo despejado.
Últimas fotos en Texas antes de proseguir nuestro viaje.
Cielos despejados en nuestro camino a Arkansas.
Desvío hacia Fayetteville, lugar donde teníamos el hotel para pasar la noche antes del eclipse y reponer fuerzas. Foto cortesía de Charo
El eclispe a todas horas en la televisión.
Saliendo de madrugada hacia nuestra hubicaión final. Foto cortesía de Charo.
Ya de regreso del eclipse hacia el hote nos topamos con el denso tráfico después de la puesta de Sol, varias hoas después del eclipse
Alarma que nos saltó en todos los dispositivos móviles sobre la gran tormenta. Foto cortesía de Charo
Nos tuvimos que resguardar bajo el techo de una gasolinera.
Algunos coches no tuvieron tanta suerte con la granizada
Y quedaron así las lunas de algunos vehículos
Imagen desde el Avión ya a punto de aterrizar en Madrid!
Foto de despedida del grupo (Charo está haciendo la foto) al finalizar nuestro viaje en Madrid. Foto cortesía de Charo

 

Créditos

Las fotografías que se muestran en este documento han sido realizadas por Oscar Martín, Juan Carlos Martín, Germán Ramos, Alex Mendiolagoitia, Susana, Jorge,Charo y Lukas. Queda prohibida su reproducción sin autorización expresa por escrito del autor.

 

 

 

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