Partes de observación

[Jesús SM]

Extracto revista Astronomía, nº 131, pag. 70 Artículo “Primeros Pasos. Parte de observación, grandes telescopios y cómo observar cúmulos globulares” de Alex Mendiolagoitia.

Al describir lo que se aprecia (o lo que siente) uno mismo se obliga a mirar repertidas veces y a memorizar lo visto para apuntarlo en el cuaderno de campo y de este manera se mejora infinitamente la capacidad de observación. Anotar lo observado ayuda mucho a progresar como astrónomo aficionado y permite además –pasado un tiempo- echar una mirada para recordar, no solo lo bien que se pasó en aquella salida de observación,  sino lo mucho que se ha progresado.

Las observaciones se anotan mejor en unos partes donde los datos están ordenados y su diseño permita a otra persona interpretar nuestra observación. Por tanto, un parte de observación debe contener en la cabecera una serie de datos indispensable, como fecha, hora, lugar de la observación, objeto observado, equipo empleado (incluyendo aumentos, filtros, etc…) y –como es lógico- el nombre del observador.

El diseño del parte es libre, pero debe contener los campos descritos a los que, según el tipo de observación (planetaria, meteoros, cometas, cielo profundo), se añadirán otros campos específicos para cada caso, como éstos que se detallan a continuación:

. Luna
Día de la lunación o la fase lunar, cuales son las coordenadas lunares observadas (o el cráter, montaña, etc… que os ocupa).

. Planetas, asteroiodes o cometas
Indicar cuál es su posición al hacer la observación, pues estos astros se desplazan por el firmamento.

. Objetos de cielo profundo
Indicar la naturaleza y el número de catálogo de un objeto.

En el parte de observación no se debe olvidar incluir un espacio libre suficiente como para poder apuntar la observación en sí. Cualquier objeto celeste observado debe ser descrito, anotándose solamente lo que realmente se percibe. No se deben incluir los “creo” o “intuyo” ver porque inducen fácilmente a errores.

Al observar se debe proceder de forma disciplinada a describir lo visto. Lo mejor es comenzar por fijarse en el entorno del objeto, a continuación intentar percibir todo en general sobre el mismo y, para terminar, centrarse en los detalles. De esta manera se consigue una descripción completa y detallada del objeto escogido.