19-05-2012
Noche de observación
Evento:Salida mensual de OSAE
Lugar de observación: Aparcamiento del recinto ferial, Salamanca
Número de observadores: 5 personas. Paulino, Juancar, Juan Vicente, Oscar y Jesús
Inicio de las observaciones: 21:45
Fin de las observaciones: 00:20
Instrumentos: Telescopio reflector newton Bresser 203/1000.
Condiciones climatológicas: Teníamos viento, nubes y el seeing era regular, tirando a malo. Aunque por suerte, se abrió un claro que nos dejó libre casi todo el ciel odurante las observaciones, pero el horizonte permanecía lleno de nubes.
El relato: Después de que se pasara el mes de Abril sin poder celebrar la salida mensual de observación, como actividad paralela a las reuniones quincenales que realizamos, y después de retrasarla una semana al coincidir el día programado para esta con la observación pública celebrada el 12 de Mayo también por haber tenido que ir retrasándola, el Sábado 19 de Mayo quedamos a las 21:30 horas en el aparcamiento de Salas Bajas para desplazarnos al lado del recinto ferial, como en otras ocasiones y realizar esta salida.
La mañana de este Sábado había estado lloviendo. Cuando llegamos al lugar de reunión se divisaban nubes muy oscuras que nos hacían pensar que no íbamos a poder realizarla. Cuando llegamos al punto de observación, además, hacía bastante viento. Pero esas nubes que divisamos se estaban alejando, así que ya que estábamos allí, decidimos comenzar la observación. Había ganas, después de “tanto tiempo”
Antes de empezar a oscurecer, apuntamos a Venus con los 2 equipos. Ya quedan pocos días para poderlo observar. Tiene un gran tamaño y únicamente se ve una pequeña porción de su superficie iluminada, como una Luna de 2 o 3 días. Utilizamos varios oculares y Barlow 2x para ver a distintos aumentos. Incluso un filtro azul para mitigar el gran brillo del planeta y observarlo mejor.
Pasamos a Marte, que aunque muy alejado de la Tierra, está muy alto en el cielo, lo que permite observarlo con poca atmósfera de por medio. Éramos capaces de distinguir zonas oscuras en la superficie del planeta y una mancha blanquecina en el polo Norte de este.
Después a Saturno. Fantástico. Con sus anillos un poco ladeados, perfectamente distinguíamos la separación de estos con el planeta y la división de Cassini en el interior de los anillos. También observamos varios de sus satélites, 4 de ellos muy cercanos al planeta, Tetis, Mimas, Encelado y Dione. Un poco más alejados estaban Rea y Titán.
Paulino y Oscar se marcharon. Aunque miráramos hacia donde miráramos se veían nubes, estas se mantenían a pocos grados de altura del horizonte, así que como teníamos una gran “ventana” encima de nosotros que permitía ver el firmamento, alineamos el telescopio. Y como es la época de observación de galaxias, dimos comienzo a un “tour” por algunos de estos Messier.
Empezamos con M51 en Canes Venatici, también conocida como Galaxia del Remolino o del Torbellino, que se encuentra a unos 37 millones de años luz. Perfectamente podíamos distinguir los núcleos de las 2 galaxias y algo intuíamos de sus brazos espirales. Pasamos a M95 en Leo, ya famosa por ser en esta dónde Oscar fotografió una supernova en la pasada Maratón Messier que realizamos. De la supernova no distinguíamos ni rastro. Fuimos a M104 en Virgo, conocida como la Galaxia del Sombrero. Primero la observamos a través de los prismáticos, con las clásicas 3 estrellas alineadas que apuntan hacia ella y después con el telescopio. Se encuentra a 50 millones de años luz. Manteniendo la vista en el ocular, como se debe de hacer para observar detalles, éramos capaces de ver la banda que atraviesa su gran núcleo. Pasamos a M49, otra galaxia en Virgo, elíptica, a 60 millones de años luz.
Un grupo de nubes bajas comenzaron a ocupar gran parte del cielo, pero venían rotas, así que esperamos a que pasaran y de nuevo volvimos a tener esa ventana que nos dejaba seguir con la observación.
Apuntamos a un cúmulo globular, M3 que se encuentra en la constelación de Canes Venatici a casi 34 mil años luz y se considera que contiene unas 500 mil estrellas. Como no, pasamos a M13, el Gran Cúmulo de Hércules, en la constelación del mismo nombre. Se encuentra a unos 25 mil años luz. Al igual que el anterior, se estima que tiene una edad de 13 mil millones de años, o sea que son de los objetos más antiguos del Universo. Cuando lo observo con aumentos, 200x, a mi me da la sensación de que se asemeja a una araña, por esas filas de estrellas que salen hacia todos los lados, como si fuesen sus patas. No deja de sorprenderme.
Apuntamos después al triplete de Leo, ese trío de galaxias que se pueden ver juntas en el mismo campo del ocular. Aunque solo fuimos capaces de observar M65 y M66. La tercera no la veíamos.
Me acordé de M63, Galaxia del Girasol y hacia allí enviamos al telescopio. Se encuentra en Canes Venatici. Galaxia espiral a 37 millones de años luz.
Como no, ahora que la Osa Maior se encuentra en su punto más alto, pasamos por M81 y M82, las Galaxias de Bode y del Cigarro, relativamente cercanas a nosotros, a unos 12 millones de años luz nada más, y que estuvimos observando ambas en el mismo campo de ocular. En esta misma constelación, fuimos a M101, también conocida como Galaxia del Molinete. Una gran galaxia, pero difícil para visual al no tener un núcleo brillante que facilite su observación. De hecho, en esta ocasión, más que verla, la intuimos.
Nos habíamos dejado atrás otro cúmulo globular en Hércules, M92. No tan espectacular como su vecino, pero también muy impresionante de observar a través del telescopio. Como curiosidad, este cúmulo dentro de unos 14 mil años, indicará el Polo Norte Terrestre por el fenómeno que se conoce como precesión de los equinoccios.
Ya teníamos a la estrella Vega alzándose en la noche, que por cierto habíamos observado cuando alineamos el telescopio, preciosa como siempre. Así que hablamos de intentar observar M57, La Nebulosa del Anillo. Y si, allí estaba esta nebulosa planetaria, en la constelación de Lyra. Pusimos el ocular Hyperion de 5mm para conseguir 200x y estuvimos mirándola, sorprendiéndonos como si fuese la primera vez.
Otra vez las nubes se iban haciendo con el cielo. Serían ya sobre las 00:20 horas. Visto como se estaba encapotando, decidimos recoger. Teníamos una temperatura de 7,2ºC y una humedad del 59%. Habíamos tenido que volver a sacar las ropas de invierno. El viento fue amainando durante la observación, de hecho solo molestó al principio, cuando observamos los planetas, luego no. Pero para esa hora, las condiciones no permitían continuar con la observación.
Resumiendo. Por fin pudimos observar. En mi caso después de 2 meses. La última vez fue durante la Maratón Messier. Nos marchamos muy contentos por haber podido hacerlo y por ver esos objetos Messier, en una noche que no presagiaba nada bueno y en un lugar tan cercano a la ciudad.
Documentos gráficos:
Vídeo: No
Fotos: Si.
Audio: No
Informe realizado el 20 de Mayo de 2012 a las 21:00